lunes, 26 de octubre de 2009

El Amigo Mr. Hammond



Para salir un poco de las recomendaciones y las críticas y debido a la falta de tiempo de la “autora” (?), decidí dedicarle unas líneas a uno de los mejores inventos de todos los siglos: el órgano Hammond.
El Hammond (si… “el Hammond”, estamos en confianza y somos todos amigos) es un órgano eléctrico que inventó el amigo Laurens Hammond allá por 1934. La Hammond Organ Company comenzó a crecer cuando sus instrumentos empezaron a ser vendidos a aquellas iglesias que no podían acceder a los típicos órganos colosales propios de la época de Bach, ya que los Hammond eran una alternativa mucho más económica (en esa época…ahora para comprar uno hay que donar todos los órganos, vender el pelo, hipotecar la casa y si quieren más opciones luego me preguntan).
Voy a intentar explicar como está compuesto nuestro pequeño gran amigo. Un Hammond viene en forma prácticamente de…mueble (si, como el combinado ¡JA!) y es muy molesto al momento de moverlo y ni hablar de transportarlo. En él encontramos una consola en la que hay un teclado superior de cinco octavas y un teclado inferior también de cinco octavas. Tiene un sistema de 25 o 32 (dependiendo del modelo) pedales que sirven para imitar los sonidos del bajo (si si, se toca también con los pies… y los de la iglesia también). Dando vueltas por alguna parte del mueble pueden observarse perillitas que sirven para hacer armónicos que se producen a causa de unas ruedas llamadas Tone Wheels (En una época, un par de músicos se dieron cuenta que si se movían de cierta forma, esas perillas producían un efecto similar a la voz humana ya que sonaban como vocales y se le llamó luego “el órgano que habla”).
El órgano trabaja con los principios de el electromagnetismo (no me cuestionen, solo se que el electromagnetismo es una de las hasta hoy conocidas fuerzas del universo) y con unos altavoces individuales.
Hubo varios modelos de Hammond a lo largo de la historia: El B-3, el C-3, el A-100, el E-100, etc. En la actualidad fueron reemplazados por los teclados que conocemos hoy en día que pueden imitar el sonido del auténtico.
Igual, después de tanta cháchara, lamento informarles que lo que menos me interesa es saber como funciona sino ver como fue usado a lo largo de la historia musical y en un momento en particular.
Sin dar muchas vueltas vamos a decir que empezó a usarse en las iglesias, como dije antes. Luego, los músicos de géneros musicales como el jazz, blues, rock y gospel, comenzaron a adoptarlo y a incluirlo en su música.
Blablabla. Vamos a lo importante. El rock progresivo.
En los 60 tipos grosos como Lee Michaels, Rick Allen, Rod Argent, Jon Lord, Ray Manzarek y Ron McKernan le dieron un giro de 180º al uso del Hammond. El instrumento comenzó a tomar protagonismo en las bandas de la época hasta que en los 70, otros músicos (luego vemos quienes) le dieron el giro completo de 360º y lo transformaron en “divo” (¿?).
La década del setenta fue la década del rock progresivo. Floreció el rock, progresó…y como. Los grupos ya no eran solo guitarras y batería y algún loco hippie cantando “Somebody to Love” (ojo eh, que no tengo nada en contra de ellos, al contrario, me encantan, jaja). Los grupos ahora parecían casi orquestas, tenían violinistas, flautistas, excelentes vocalistas, profundas letras y… tecladistas. Tecladistas que no solo utilizaban teclados sino que también se destacaban, destrozaban (en el buen sentido de la palabra), desarmaban y volvían a armar con marcado virtuosismo y destreza a nuestro querido amigo Hammond.
Los grandes monstruos del Hammond fueron Rick Wright, Keith Emerson, Tony Banks, Rick Wakeman, Lee Michaels, Jon Lord, John Paul John, John Evan e incluso John Cocker.
Las bandas de estos músicos de la San Putanga fueron, ni más ni menos, que (en orden) Pink Floyd, Emerson, Lake & Palmer, Genesis, Yes, Lee Michaels (si, bueno, era solista), Deep Purple, Led Zeppelin y Jethro Tull. Siempre (Siempre significa antes, antes cuando era más chica y no escuchaba las bandas antes mencionadas) me ocurría que no le prestaba atención a los tecladistas en los grupos. Pero un día eso cambió. Escuché el solo de “How the gipsy was born”, interpretado por Jean-Jacques Kravetz, del grupo Frumpy, y empecé a escuchar todo de manera diferente. De hecho no solo empecé a escuchar prog sino que también comencé a sentir debilidad por todos los solos habidos y por haber (¿por haber?) en los temas de dichos grupos. El señor Hammond me cayó bien de entrada y nunca he dejado de admirar ese sonido tan característico.
En honor a nuestro amigo Mr. Hammond, este pequeño pero simpático escrito de chácharas.

Some Links:
The Greatest Hammond Organ Solos - Part 1: http://www.youtube.com/watch?v=jejadhR_m9w&feature=fvst
The Greatest Hammond Organ Solos – Part 2:
http://www.youtube.com/watch?v=0nsPgSl52qY&feature=related

Enjoy,
Lucianne

1 comentario:

  1. REALMENTE, MI QUERIDA LULI HE APRENDIDO MUCHOS DATOS INTERESANTES, QUE IGNORABA TOTALMENTE!!!! GRACIAS! POR "DESBURRARME" DE ESTA MANERA TAN AMENA! HOY PUEDO DECIR QUE HE APRENDIDO ALGO MÁS! MUY BUENO!!!!!! GRACIAS, HIJA QUERIDA!!!!!!!!!!! GRACIELA

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