viernes, 16 de octubre de 2009

Frank Zappa – Hot Rats




Jazz/Rock/Cuasi-Progresivo - 1969

Si alguien me pidiera que le recomiende algún disco de Zappa para poder adentrarse en su mundo, sin duda alguna diría Hot Rats, o también (por que no y ya que estamos) The Grand Wazoo de 1972.
En mi opinión este disco es de Zappa el equivalente al Dark Side Of The Moon, de Pink Floyd. No pienso dos veces al afirmar (obviamente hay quienes no están de acuerdo con esto) que Hot Rats marcó un antes y un después en la carrera del gran Zappa.
El hombre del bigote se despega del rock y esos aires de swing para adoptar un nuevo estilo: la fusión entre el jazz y el rock.
En este trabajo, Frank contó con la colaboración de sobresalientes músicos como ser el pionero del violín eléctrico Jean Luc Ponty y el músico multiuso (como diría un amigo, el “Procenex” del grupo) Ian Underwood.
El disco tiene seis temas. Cualquiera diría que es poco, o cualquiera esperaría un par más al menos. Pero no. Seis temas son suficientes y sobra. Son canciones largas pero que parecen cortas por lo llevaderas que son.
Hot Rats abre con LA pieza de Zappa, Peaches en Regalia. Mucha es la gente que considera este tema como EL tema del músico, como dije previamente. Es una pieza que fusiona los virtuosos solos de guitarra de Frank, con trompetas, piano entre otros. Dura 3:39 minutos…a veces uno desearía que no terminase, pero sin duda alguna si la hubiese extendido, el tema no sería Peaches in Regalia.
Después de tremendo tema sigue Willie The Pimp. GOD. Ahí escuchamos el violín de Sugar Cane Harris y la inconfundible voz de Captain Beefheart que juntos derivan en una suerte de rock medio blusero. En mi opinión ese es el tema que más me gusta pero que sea el que más me gusta no quiere decir que sea el mejor musicalmente. Considero al tema Son of Mr. Green Genes el mejor tema, musicalmente hablando, del disco. Sería como el highlight de Hot Rats. Tiene un toque a Peaches en Regalia.
Little Umbrellas. Yeah! El comienzo me recuerda a la Marcha Funebre de Chopin. Perdón. Debía decirlo. Tiene una melodía un tanto extraña al principio pero que varía a lo largo de los 3:04 minutos que dura la canción. Es buena.
And now… The Gumbo Variations. Casi 17 minutos de complejidad y destreza instrumental. Una perfección increíble. El saxo parece sacado de alguna de esas bandas de blues o lo que quieran de alguno de esos bares norteamericanos de aquellas épocas. Te vuela la cabeza. 17 minutos de éxtasis asegurados.
El disco cierra con el tema It Must Be A Camel, con el violinista prodigio Jean Luc Ponty. Canción lenta. Una lentitud que si o si le da un cierre al disco. Cuando escuche It Must Be A Camel pensé inmediatamente que Zappa habría querido darle un descanso a nuestras mentes luego del viaje que se pegaron a causa de los efectos de los otros temas.
Es un tema relajado que te hace aterrizar y apoyar los pies de vuelta en tierra firme.
El disco es totalmente instrumental a excepción de Willie The Pimp.
Este pedazo de discazo se merece TODOS los premios y es un disco del cual hay que disfrutar. Nada de ir en el tren escuchándolo por primera vez. Es para apreciar. Creo que esa fue la finalidad de Zappa. Además… Esto para el año 1969 era toda una innovación. Kelly tenía razón. Kelly dijo en el año 1969 que Zappa iba a ser un pionero, iba a ser alguien más que destacado en la música… y lo fue.
Luego de 40 años de su aparición, debo decir en mi humilde opinión que este es uno de los mejores trabajos de Frank Zappa lejos.
Todos aquellos que NO lo hayan escuchado al Frank, give him a try y háganlo a través de este álbum.


Posteo dedicado a mi papá Otto y a “el tío” Mac Nube, que hace 40 años, cuando ellos tenían la edad que yo tengo ahora, escuchaban ya esta joya del rock. En honor a ellos por haberme pasado toda su cultura a mi. Les estoy eternamente agradecida.

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Lucianne

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